En un análisis reciente sobre el potencial para el crecimiento de la energía renovable en América Latina y el Caribe, México se situó en el sexto lugar (por debajo de Brasil, Nicaragua, Panamá, Perú y Chile), es decir, es un país con importante potencial pero con significativas barreras para poder explotar, por ejemplo, los 71 GW de potencial eólico que posee (un valor que podría cubrir 3 veces la demanda anual de energía eléctrica del sector residencial en el país).3,4 Estas barreras no están solamente ligadas a temas de ingeniería y finanzas, sino también a temas culturales de igual (o mayor) importancia como lo son las tensiones sociales y la historia.

La energía renovable trae consigo la oportunidad de integrar a comunidades que se han mantenido aisladas por décadas, al igual que la oportunidad de un desarrollo energético que toma en cuenta la justicia ambiental, el consumo energético del agua, y el medio ambiente. Foto: Parque Eólico la Ventosa, Oaxaca, México 2013
Un ejemplo es el viento en México, que sopla generosamente en el Istmo de Tehuantepec, una región rica en diversidad cultural y recursos naturales cuyo potencial ha sido recientemente ensombrecido por fuertes tensiones relacionadas al desarrollo de la energía eólica en la región. Solamente incorporando a todas las voces, desde aquellas que brotan del mismo lugar donde nace el recurso energético, hasta aquellas que firman los contratos en los niveles mas altos del gobierno, podrá el país desarrollar un potencial energético y económico que sea justo para todos los mexicanos. La historia de nueva cuenta presenta disyuntivas y la energía juega nuevamente un rol fundamental – tomemos esta oportunidad, para evitar los errores de nuestro pasado, y para incluir a todos los mexicanos en el futuro sustentable de nuestro país.
Como en muchas otras partes del mundo, la energía renovable en México solo tendrá éxito si se toman en cuenta las necesidades y deseos de las comunidades que viven en áreas de gran potencial de producción renovable. Cada día los mega-proyectos energéticos (de energías fósiles o renovables) se encuentran con más resistencia al nivel local. Foto: Niño aprendiendo a pescar mientras su padre realiza la labor en el mar, San Miguel – Oaxaca, México 2013.